Depresión
¿Qué es la depresión?
¿Tienes depresión? Si has perdido la capacidad de disfrutar como lo hacías antes ante situaciones cotidianas del día a día (una comida con la familia/amigos, una conversación con un amigo, hacer tu hobbie favorito…), notas falta de energía vital y una visión negativa acerca de ti mismo, los demás y el mundo durante un día, estás en un estado emocional de anhedonia transitoria, pero si este estado se prolonga durante un tiempo estimado de entre 3 y 6 meses, es importante que busques ayuda psicoterapéutica: estás en una DEPRESIÓN.
¿Cómo se origina y por qué se mantiene la depresión?
A lo largo de nuestra vida hay estados transitorios de tristeza y de crisis vital. Estos estados lejos de ser cosas negativas a “extirpar” son procesos internos necesarios para poder ayudar a nuestra mente a procesar cambios y romper modos de funcionamientos disfuncionales, y nos ayudan a “reinventarnos” y mejorar nuestro nivel de adaptación a nuestro día a día.
Cuando esos intentos de adaptación a la nueva situación o SOLUCIONES INTENTADAS, lejos de ayudar a solventar el problema y adaptarnos mejor, nos llevan a cada vez estar más atrapados por la tristeza, el desánimo, la falta de energía vital, la incapacidad para disfrutar y el aumento en la visión oscura sobre nosotros, los demás y el mundo, estamos adatándonos fallidamente a los nuevos retos de nuestra vida y estamos atrapados en un CÍRCULO VICIOSO DEPRESIVO.
Las principales SOLUCIONES INTENTADAS que perpetúan los estados depresivos son:
LA RENUNCIA: la persona RENUNCIA a vivir. Renuncia a emplearse como un ser activo en su propia vida, a ser protagonista de su vida (tomar decisiones, emprender proyectos, cultivar activamente las áreas de su vida…) y pasa a ser un “espectador de su propia vida”. La persona siente que si no hace nada las cosas pasarán sin afectarle, pero lo que ocurre es que paradójicamente los acontecimientos cada vez le ahogan más por no afrontarlos y delegarlos. El sentimiento de ineficacia y desesperanza cada vez se alimenta más.
VICTIMISMO: La persona asume el rol de víctima. “Si estoy así, es porque algo o alguien ha hecho que esté en este estado”, y bajo esta premisa la persona delega en otra persona (familiar cercano o amigo) la solución a sus males, exigiéndole mediante chantajes emocionales que le ayude y que le solucione su vida en general. La persona cada vez se siente más inútil y más dependiente de los demás y lejos de solventarse el sentimiento de inutilidad, aumenta cada vez más, siendo nuevamente más dependiente. Por parte del entorno, si bien es cierto que al principio se vuelcan con la persona, posteriormente pasan a una fase de cansancio y sobrecarga en los cuidados que llevan a reprochar a la persona depresiva su actitud, lo que lleva de nuevo a mayor sensación de incomprensión e inutilidad por parte de la persona depresiva y el consiguiente agravamiento en los síntomas depresivos.
¿Cómo se trabaja en terapia la depresión?
En nuestra dilatada experiencia clínica, sabemos perfectamente la importancia de conectar con la persona con depresión para poder “meternos” en su modo de ver el mundo y comenzar a ayudarla a romper el círculo vicioso depresivo y recuperar su funcionamiento. Para ello huimos totalmente de adoptar una posición complaciente y protectora respecto a la persona: comprensión y empatía SI, pero sobreprotección y complacencia NO.
En base a las SOLUCIONES INTENTADAS (RENUNCIA Y VICTIMISMO), ponemos en marcha un protocolo de intervención intenso para romper esas soluciones intentadas de la persona y de su entorno, que, lejos de solventar el problema, lo mantiene y lo agrava.
Para ello, en muchas ocasiones es necesario que en alguna sesión contemos (siempre con consentimiento del paciente) con la colaboración de los familiares que estén cumpliendo el rol protector, para poner en marcha determinadas intervenciones y juegos psicológicos que lleven a dejar de entrar en el juego victimizante del paciente y transfieran de nuevo la responsabilidad de su vida a la propia persona con depresión. Asimismo, trabajamos con tareas, inducciones y prescripciones rigurosas pero adaptadas a la persona particular, para que las ponga en marcha entre sesiones y pueda recuperar el rumbo de su vida, volver a experimentar disfrute con las tareas del día a día, y, en definitiva, se convierta en ACTOR/ACTRIZ PROTAGONISTA de su propia vida.
¿Sabías qué...?
Las tareas terapéuticas inicialmente son muy sorprendentes e “ilógicas”, pero muy atractivas y EFICACES para la persona depresiva y su entorno?
El tiempo medio de resolución está en torno a 15-20 sesiones y posteriormente se hacen supervisiones cada dos meses para prevenir recaídas?
Después del tratamiento psicoterapéutico casi el 100% de los pacientes medicados eliminan los psicofármacos?
No es por nada, pero mira lo que dicen de nosotros/as las personas a las que hemos ayudado
Referencias y enlaces de interés...
